viernes, 29 de julio de 2011

Palabras de despedida

Gracias a Dios, a María Auxiliadora y Don Bosco por permitirme estar con esta gran familia.

Compañeros de trabajo y amigos.

Hoy cierro una etapa especial en mi vida. Me despido de grandes amig@s y maestr@s, a quienes agradezco su acompañamiento durante todos estos años que me permitieron estar aquí. Hasta hace poco tiempo tuvimos la oportunidad de compartir grandes experiencias. Quizá algunas de estas buenas o quizás algunos recuerdos ingratos, pero lo fundamental es que durante el lapso de tiempo que permanecí en esta institución que ustedes representan, entregué mi vida con vocación de servicio, emoción, dedicación, paciencia, sentimiento de ver crecer junto a muchos de ustedes la gran alegría de esos pequeños y pequeñas que hoy quedan bajo su responsabilidad de educar.

No cabe duda que este lugar de trabajo ha representado para mí un importante avance en mi carrera profesional, sus consejos, orientaciones, manera para adelantar mi trabajo y, sobre todo, aprender cosas nuevas siempre.

Esta experiencia me ha permitido crecer no sólo como profesional, sino también como persona. En estos casi diez años que trabajé para Fundación Carlos Delfino como Docente he participado junto a muchos de ustedes en el logro de metas educativas, de las cuales la Directiva del Colegio es testigo. Sé que la culminación de mi contrato no significa que la relación profesional y de amistad sincera que establecí con muchos de ustedes también concluya. Por esta razón, quisiera manifestarles mi interés de continuar colaborando cuando se presente una nueva oportunidad.

Por último quiero dejar un mensaje a nuestros compañeros que se quedan en el Colegio. Aprovechen sus días en este magnífico Colegio porque los años pasan volando y recuerden: este no es un simple Colegio, esta es nuestra segunda casa.

Se despide de Ustedes:
Prof. Germán Sierra

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