El mismo Don Bosco un día confió al P. Cagliero, uno de sus primeros salesianos, grande misionero en Argentina y el primer Cardenal salesiano:"Nuestra Señora quiere que la honoremos con el título de María Auxiliadora, los tiempos que corren son tan tristes que necesitamos que la Virgen Santa nos ayude a conservar y defender la fe cristiana".
El título de Auxiliadora no es una invensión de Don Bosco. Este título de María existía ya desde el 1500 en las Letanías lauretanas.
El Papa Pio VII instituyó la fiesta de María Auxiliadora en 1814 y la fijó el 24 de Mayo.
Gracias a Don Bosco y a la construcción del Santuario, querido de María misma, la devoción a María Auxiliadora retornó a ser actual en la Iglesia. Don Bosco mismo recomendaba a sus salesianos, que en cualquier parte del mundo donde se encuentren sean difusores de la devoción a María con el título de Auxiliadora.
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